En diciembre de 2016, se inauguró la nueva cisterna de agua potable de Playas Doradas, garantizando el suministro para residentes, visitantes y emprendedores privados vinculados al turismo.
La obra (la Nº 1149 de la gestión) permitió aumentar considerablemente las reservas y dar respuesta a la mayor demanda producida por el crecimiento de la localidad en los últimos años.
Además, ante la rotura o cualquier otra problemática que se pueda producir en los acueductos que llegan hasta Playas Doradas, esta cisterna genera una autonomía de 12 horas.
La obra respondió a una necesidad constante de más de 1.200 vecinos, además de miles de turistas que eligen la villa balnearia todos los veranos.